Nuestra Identidad y Legado.
Todo cristiano metodista es una persona que ha sido redimida por la gracia de Dios, a través de un encuentro personal con Jesucristo y que, a partir de esa experiencia de fe, el Espíritu Santo actúa constantemente en su vida, llevándolo hacia un camino de santidad y perfección. En su vida diaria pone en práctica el amor a Dios y a toda la humanidad, tal como nos enseñó nuestro Gran Maestro, el Señor Jesucristo en el Evangelio de Mateo 22:37-39. De ahí que el meollo de la doctrina metodista esté en la práctica del amor a Dios y el amor al prójimo, Juan Wesley lo afirma en toda su reflexión teológica. Ésta es la gran herencia del movimiento metodista que generó el avivamiento espiritual del siglo XVIII. Como tal debemos sentirnos honrados y orgullosos de recibir este legado de parte del Señor, cuyo propósito es redimir a toda criatura de la esclavitud del pecado, a través de Su Palabra y por su sola Gracia. Nunca debemos olvidar las palabras del apóstol Pedro: “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia.” 1 Pe. 2:9-10
Servicios de Culto
Cada Servicio está lleno de nuestra gratitud, oración, adoración, alabanzas y servicio a Dios a través de nuestras capacidades, dones y talentos. El Amor Fraternal nos une como una Gran Familia para apoyarnos y brindarnos fortalezas los unos para con los otros. Dios es nuestro Padre Eterno y Divino Creador, Jesucristo Nuestro Señor y Salvador, El Espíritu Santo es Nuestro Guía y Amigo permanente.
Misión
Mateo: 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Visión
Una iglesia familiar y multicultural centrada en Dios, que valora a todos/as por igual, comparte el amor de Dios manifestado a través de Su Hijo Jesucristo y es parte vital de la comunidad. Perseveramos con Fe y oración en todo lo que hacemos, con un espíritu dispuesto, una mente abierta y un corazón de servicio. Buscamos mantener un diálogo amable, santo y saludable, que ayude a un continuo enriquecimiento del Reino.
Todo cristiano metodista es una persona que ha sido redimida por la gracia de Dios, a través de un encuentro personal con Jesucristo y que, a partir de esa experiencia de fe, el Espíritu Santo actúa constantemente en su vida, llevándolo hacia un camino de santidad y perfección. En su vida diaria pone en práctica el amor a Dios y a toda la humanidad, tal como nos enseñó nuestro Gran Maestro, el Señor Jesucristo en el Evangelio de Mateo 22:37-39. De ahí que el meollo de la doctrina metodista esté en la práctica del amor a Dios y el amor al prójimo, Juan Wesley lo afirma en toda su reflexión teológica. Ésta es la gran herencia del movimiento metodista que generó el avivamiento espiritual del siglo XVIII. Como tal debemos sentirnos honrados y orgullosos de recibir este legado de parte del Señor, cuyo propósito es redimir a toda criatura de la esclavitud del pecado, a través de Su Palabra y por su sola Gracia. Nunca debemos olvidar las palabras del apóstol Pedro: “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia.” 1 Pe. 2:9-10
Servicios de Culto
Cada Servicio está lleno de nuestra gratitud, oración, adoración, alabanzas y servicio a Dios a través de nuestras capacidades, dones y talentos. El Amor Fraternal nos une como una Gran Familia para apoyarnos y brindarnos fortalezas los unos para con los otros. Dios es nuestro Padre Eterno y Divino Creador, Jesucristo Nuestro Señor y Salvador, El Espíritu Santo es Nuestro Guía y Amigo permanente.
Misión
Mateo: 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Visión
Una iglesia familiar y multicultural centrada en Dios, que valora a todos/as por igual, comparte el amor de Dios manifestado a través de Su Hijo Jesucristo y es parte vital de la comunidad. Perseveramos con Fe y oración en todo lo que hacemos, con un espíritu dispuesto, una mente abierta y un corazón de servicio. Buscamos mantener un diálogo amable, santo y saludable, que ayude a un continuo enriquecimiento del Reino.
Te invitamos a ser parte de este Pueblo de Dios alegre que anhela ser testigo y protagonista del Amor
de Dios por todos/as y para todos/as. Recuerda, NO ESTAS SOLO/A!
¡Dios te Bendiga!
de Dios por todos/as y para todos/as. Recuerda, NO ESTAS SOLO/A!
¡Dios te Bendiga!